martes, 18 de diciembre de 2007

OCTAVA REUNIÓN, YO CLAUDIO

Las excentricidades de Calígula van en aumento tanto si su afán es conseguir dinero ( subastas, prostíbulo en palacio) como mostrar su naturaleza divina ( guerra contra Neptuno).
Por su indicación Claudio debe casarse con Mesalina ( "..cuando un cincuentón no muy inteligente y no muy atrayente se enamora de una muy atrayente y muy inteligente muchacha de quince años, por lo general tiene muy malas perspectivas").
Le entristece tener que separarse de Calpurnia no porque estuviera enamorado sino porque era su mejor amiga.
Ante la imparable locura de Calígula, Casio Querea ( protagonista ya de varios episodios del libro) encabeza un complot para acabar con la vida del emperador. Claudio debería haber muerto en el mismo pero la fortuna hace que le encuentren primero unos soldados que piensan que con un emperador será más fácil calmar a los germanos.
Así se cumplen los augurios ( "el quinto velludo que esclavice al Estado, que esclavice al Estado contra su voluntad...") y Claudio, un convencido republicano pasa a ser el nuevo emperador viendo en ello una oportunidad de profundizar sus estudios históricos: " Un verdadero historiador siempre se impondrá a las perturbaciones políticas de su epoca".
Por último deciros que estas memorias tienen una segunda parte bajo el título Claudio, el dios, y su esposa Mesalina, disponible también en Alianza Editorial.

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