Tras una conversación con Magnolio e Ivet el protagonista acude a la fiesta en casa de Reinona donde irá conociendo a diversos personajes que van tomando protagonismo en la novela como el alcalde de Barcelona muy aficionado a la frase " Estas no son cosas que yo deba oir".
Le da tiempo a registrar parte de la casa donde Magnolio se encuentra trabajando como camarero.
Tras oirle un discurso va "..ponderando con emoción cómo gracias a un sistema social abierto y democrático como el nuestro.... un ser de mi abyecta extracción e infame trayectoria podía llegar a codearse con aquellos despreciables figurones..."
Acabada la jornada, Ivet acude a su casa al sentirse amenazada y cuando parecía que el destino le brindaba una oportunidad van apareciendo por su pequeña casa: la policía ( un nacional y un mosso), Purines y un teniente coronel de la guardia civil, el alcalde, Reinona, Arderiu, Magnolio, Santi ( que recibe un disparo) y Cándida.
Logra enviar a Santi al hospital y se va a la peluquería donde recibe la visita de Viriato.
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