martes, 20 de noviembre de 2007

CUARTA REUNIÓN YO, CLAUDIO


Germánico y Augusto creen la versión de Póstumo, pero por una indiscreción Livia se entera y Augusto muere presuntamente envenenado sin que nadie llegue a saber que había cambiado el testamento. Así las cosas persiste el antiguo y Tiberio es nombrado sucesor.
Roma queda huérfana ( Augusto había puesto fin a las guerras civiles, logrando la Pax Augusta).
Augusto es deificado en Roma ( ya lo había sido en provincias) y entre Tiberio y Livia se establece un convenio de reservada colaboración. La eficiencia de Livia en el gobierno era indiscutible.
Estallan los motines en los ejércitos del Rhin que reinvindican aumento de la paga ( con la que debían hacer frente al gasto de sus equipamientos), un servicio limitado a 16 años y un aflojamiento de la disciplina.
Germánico es enviado allí y logra diversas victorias contra los germanos.
Conocemos el pobre papel que a esas alturas representaba el senado de Roma y la importancia que los romanos daban a los sueños.
Sobre las batallas en Germania podéis consultar una página que explica con detalle la derrota de los romanos dirigidos por Varo y alguna de las campañas de Germánico.

2 comentarios:

Mª José Cerveró dijo...

Bueno, por fin consigo coger el ritmo e incorporarme al club de lectura.
En general, a lo largo de todo el libro, no sólo de estos capítulos, me atrae el retrato psicológico de los personajes a través de los acontecimientos, mucho mas que los detalles históricos.
-El personaje de Livia sigue siendo clave,sigue teniendo para mí ese magnetismo que recuerdo de la serie de televisión( el águila oculta en la pira funeraria de Augusto).
-El propio Claudio que nos sorprende a lo largo de toda la obra (consigue descubrir el cifrado de los expedientes).
-La precocidad del pequeño Caligula en mostrar su caracter (incendiando la casa de Claudio y su madre).

Wurunkati dijo...

Por supuesto es importantísima la descripción y la psicología de los personajes y como por ejemplo en el caso de los Claudios siempre acaban encuadrándose en los malos o en los buenos.
Livia es desde un principio una especie de hilo conductor. Cruel como nadie, y más con Claudio a la vez que obsesionada por la eficiencia en el funcionamiento de Roma.
Augusto, Tiberio, Calígula del que veremos todavía cosas mucho peores mientras todas la ramas buenas,a excepción del propio Claudio, van muriendo (como Druso, Póstumo, Germánico) perdiéndose toda esperanza para la república y la justicia.